Imaginación #2

La escuela, el trabajo, la presión de tener que tener cuerpecito de sirena, de tentación, de ser el ser perfecto y maravilloso que cualquier modelo respetable tiene que tener, ¿de verdad me importa? Jamás, pero hoy ha sido un día pesado como una mierda: apesta y es horrible.

Es un día de esos  en los que deseas solo mandar al infierno a todo y todos, no puedo entender bien a bien de cuando acá me puedo sentir así ¿será que extraño a alguien? Claro que los extraño, a las únicas personas que les eh importado: mi madre y Jean ¿estarían tan orgullosos de mi como yo de ellos?
¿Por qué me estoy auto compadeciendo? ¿De cuando acá me auto compadezco?, soy patética muy patética y triste, por un momento me odio profundamente por estúpida, porque yo jamás eh sido ni seré asi, mi madre lo decía muy seguido: “jamás olvides lo que de verdad eres Moira, tu eres fuerte, eres hermosa, poderosa y por sobre todo, eres una mujer maravillosa”.

Estoy tirada en el sillón del apartamento, todo está limpio y perfecto como me gusta, como esta cuando estoy sola, que bien es estar solo cuando la compañía te pesa, porque a veces para poder tener compañía tienes que primero hacer las paces con la soledad. La soledad y yo de hecho somos muy buenas amigas. Estoy en un maxi vestido negro que me sirve de camisón para dormir, es cómodo, tibio y me hace sentir sexy, porque seamos sinceros ¿a quién le hace mal sentirse sexy mientras duerme? Aunque en retrospectiva aun sin querer ser sexy, me veo maravillosa, eso lo se. Me suelto todo el pelo y me recuesto con la cabeza para atrás mirando al techo, siento como mis ojos pesan de una estúpida manera, estoy cansada eso lo sé, lo siento, pero no al grado de irme a dormir sin cenar, maldita sea amo la comida y quiero comida, pero mis parpados me pueden, pesan, algo me … algo… una voz dulce… no, no es una voz es una melodía agradable, me gusta, tengo prendido la radio sin intención de algo fijo, los ojos siguen pesando, no puedo más con ellos…

Estoy mirando hacia el techo, suena una canción de fondo y una voz junto con ella, es una voz dulce, agradable, pero no melosa, es grave y sensual: que voz tan mas hermosa, se parece a la de…

─Yo jamás te enseñe a auto compadecerte Moira –volteo lentamente y de pronto en mi rostro se dibuja una sonrisa de oreja a oreja, trago saliva y no se ve como se veía antes de morir, se ve como en las fotos que se tomaba cuando joven, se ve hermosa y puedo ver tanto de ella en mi, le sonrio y me acomodo de lado mirándola, se ve guapísima. - ¿Qué pasa? –su voz aunque suena dulce, tiene se tono preocupado y molesto ¿estará molesta porque me siento estúpida?

─Nada es solo que… a veces te echo de menos –bajo la mirada y ella me hace regresarla a ella, me acaricia el rostro y yo me acurruco en ella─ no es porque este sola, es porque… no se,  a veces me haces mucha falta Vik- ella hace un puchero arrugando la nariz quitándole toda la importancia del mundo

─Nadie en este mundo es indispensable Moira, ya deberías de saberlo –me acaricia el cabello y yo el de ella, se ve tan guapa como de costumbre, se ve maravillosa, mi madre es maravillosa, no creo que este aquí ─ pero sin embargo, hay gente a la que el mundo necesita, para que sea peor, o mejor o para re establecer el orden natural de las cosas Moira, y tu mi cielo, eres una de ellas – frunzo en ceño sin entender ─ y no finjas demencia Aristey, sabes a lo que me refiero –yo rio divertida- ─exacto, a eso pequeña perra traidora –se a lo que se refiere, yo solo ensancho un poco mi sonrisa y la vuelvo a mirar acercándome más a ella

─¿Eres real? ¿O mi imaginación te está trayendo a mí? –le pregunto preocupada, siento una lagrima que corre por mi mejilla, ella la seca y se me levanta para ponerse frente a mí, me extiende la mano y yo la miro desde abajo algo confundida, ella mueve la cabeza invitándome a levantarme. Con algo de pereza me levanto y ella me abraza, se mueve, ¿Baila? ¿Estamos bailando?, yo me muevo con ella

─Que te quede claro algo Moira Aristey, yo puedo venir el día que quiera, cuando quiera, a la hora que quiera ¿entendido? –me dice seria y asiento sin dejar de bailar con ella, me pega a su pecho y yo al de ella, trae tacones y es más alta que yo, yo estoy descalza, su aroma es tan real─ jamás te eh dejado sola Moira –dice y yo aun me aferro a ella y sin darme cuenta estoy llorando a mares mientras ella canta aquella canción que desconozco a mi oído, es como si fuéramos un par de amantes locas, pero maldita sea, dicen que los amantes son los que aman y mi madre me ama y yo a ella.

─Te echo mucho de menos mamá –digo entre lágrimas y ella me toma el rostro quitándome las lagrimas y sonríe negando, con un puchero divertido y pícaro, me besa la frente para después mirarme de nuevo a los ojos

─Yo no, yo siempre estoy contigo Moira, jamás vas a estar sola ¿Crees que te dejaría a entero cargo de tu padre? Puf, no digas tonterías –y me vuelve a abrazar, para seguirme cantando al oído, yo sigo abrazada a ella, siento su aroma, sus manos, su pelo en mi cara, su pecho firme bajo mis mejillas y mis lagrimas también, la canción esta a punto de terminar, me toma del rostro y me vuelve a mirar a los ojos ─jamás olvides que eres invencible, que eres mejor que cualquier otro, eres más poderosa de lo que incluso tu crees Moira, jamás lo olvides, nunca estarás sola –me da un beso en la frente y siento que en mi mano deja algo, no logro identificar que es, solo siento algo, cuando estoy a punto de abrir mi mano, siento como me avienta contra el sillón y todo termina.

Abro los ojos y aun estoy en el sillón de la sala mirando al techo, pero estoy hecha un mar de llanto, siento algo en mi mano y tengo en la mano el collar de mi madre, una gota negra enmarcada en oro blanco, la cadena al igual que el marco, es de oro blanco, era un collar que mi madre siempre usaba, que mi abuelo le había dado y que al morir no le había dado tiempo de entregármelo, ya que según la tradición, toda bruja de la familia tiene que tenerlo. Me siento de golpe y lo miro sin creérmelo, en la radio la voz de una chica da el nombre de la canción y el interprete con estúpida e incómoda emoción “Estoy fue “From Eden” de Hozier”. Jamás eh estado sola, ahora lo se.

#Concurso cerrado
#Más tarde se darán resultados